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Roque de Montpellier: Santidad, Historia y Leyenda

Nacido en esta ciudad francesa del Languedoc según las fuentes más fiables hacia 1345 aprox., Roque significa etimológicamente "fuerte como roca". La historiografía interpreta de forma diferente su vida, sobre todo desde el punto de vista cronológico, pero es indiscutible que , bien por sus hechos como hombre o por sus "milagros" como Santo , S. Roque gozó de gran popularidad entre sus coetáneos a causa de los grandes favores que dispensó a pobres y enfermos, sanándolos de las frecuentes epidemias pestíferas mostrando valores cristianos y personales (pobreza, solidaridad, desprendimiento, amor a Dios y al prójimo...) que han forjado su leyenda hasta la actualidad.

De familia sumamente rica, vende sus posesiones y reparte el dinero entre los pobres, peregrina a Roma practicando la caridad a la vez que asistía a moribundos en el último trance, incluso administrándole la "extrema unción", de tal manera que la gente decía venerándole: "Ahí va el Santo". En este permanente peregrinar, se contagia de la peste en la ciudad de Rímini (Italia) y se retira a un bosque, es atendido por un perro que lleva el pan en la boca, cuyo propietario le cuida y cura sus llagas. También se cuenta que, en este lugar apartado, brotó un manantial para dar de beber a Roque. Otras teorías dicen que fue esta persona el autor de los documentos históricos más fiables sobre su vida, como el hecho de su fallecimiento ocurrido casi con certeza en la ciudad de Anghera, cerca del lago Maggiore, en el Norte de Italia , el 15 de agosto de 1378, Festividad de la Asunción de la Virgen Maria.

Según el gran hagiógrafo (historiador de vidas de Santos), Martiriá Brugada, estos textos datan de 1420 y se titulan "Acta Brevoria". Nos narran como San Roque nació tras la promesa hecha por sus padres de donar su hacienda a los más necesitados si Dios les concedía descendencia, pues sufrían mucho debido a este motivo, haciendo realidad la cita evangélica de S. Mateo que dice: "Vende los bienes que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en el cielo".

Montpellier es una ciudad famosa por sus conocimientos de medicina, avalado por su Famosa Universidad que data del s. XIII y Roque tendría a su alcance algunos de ellos, utilizándolos para curar a un cardenal en Roma por lo que fue presentado al Papa.

Paradójicamente , según se cuenta, el hecho de ser curado gracias al perro que le asistió, aunque con la colaboración de un Ángel, fue el determinante del inicio de su beatificación por el Papa Pio IV , culminando con su declaración canónica como Santo por el gran Papa Gregorio XIII ( 1572-1585), al que debemos también el actual calendario, llamado " gregoriano". Este acontecimiento es la base temática del grupo escultórico que hoy tenemos en Villanueva.

Considerado S. Roque "patrón de los canes" ,pudo bendecirlos y administrar algunos sacramentos porque perteneció a la tercera Orden de los Franciscanos, una rama de esta Congregación reservada a las personas laicas que viven bajo la espiritualidad de S. Francisco de Asis (patrón de los animales),ejemplo vital de Roque de Montpellier , aunque según algunos, desde el momentos de su nacimiento, llevaba el estigma de la cruz en el pecho, prefigurando su Santidad, dedicándosele muchas capillas, ermitas , hornacinas y templos en todo el mundo cristiano por los favores que ha concedido, entre los que destacan el de la "Confraternitá de S. Rocco de Venecia" que data de1485, pues allí se traslada al Santo tras su muerte en Anghera; el Convento de los Trinitarios de Arlés (Languedoc, Francia) o el templo , que el poco religioso "rey Sol" de Francia Luis XIV le hizo construir cerca de Louvre en 1653.

En este contexto, podemos afirmar que existen datos históricos avalando la veneración de S: Roque en Villanueva ya en la segunda mitad del S. XVII, como consecuencia de las frecuentes epidemias de peste bubónica que asolaban el Sur y el Levante de la Península Ibérica , pues llegaba por mar procedente del Mediterráneo y Asia ( 1649-50) debido a las relaciones comerciales, al igual que en otras villas del Valle de Ricote ( S. Sebastián en Ricote, S. Roque en Blanca, o los Santos Médicos de Abarán , S: Cosme y S. Damián), pues fueron sustituyendo a sus antiguos patronos eclesiásticos del s. XVI ( Apóstoles, Evangelistas) por los actuales antes citados.

Sin embargo, no conocemos imágenes del Santo Patrón hasta finales del S.XVIII en Villanueva, concretamente la que se cita en un pedimento o solicitud de fecha 30-06-1795, conservado el manuscrito original en el Archivo Histórico Municipal y dirigido al Obispo de Cartagena por el entonces alcalde ordinario de la Villa D.Fernando López Pay.

En resumen dice así:

Ilmo Sr:
"Con el debido respeto a V.S.I. digo que la Villa de Villanueva tiene por su patrono al glorioso S. Roque, por cuya intercesión alcanza nuestro pueblo la salud espiritual y corporal, mayormente en las actuales circunstancias en que se halla afligido con calenturas malignas (fiebres tifoideas, brucelosis o paludismo.......); y en obsequio de nuestro Santo, ha costeado el caudal de los que componen el Ayuntamiento para la Imagen que se halla finalizada y depositada en la Iglesia de S. Juan Bautista de Murcia.

Y siendo precisa su bendición para exponerla al culto público y estimular más su devoción en interés espiritual de las indulgencias que V.S.I puede conceder por cada oración del Padre Nuestro, Suplica a V.S.I, conceda facultad y comisión bastante a la persona eclesiástica que tenga a bien y ejecute la bendición de la Imagen para su traslado a la dicha Villa. Así lo espera...

En Murcia, a 30 de Junio de 1795

Fernando López Pay
Alcalde ordinario por la gracia de S.M.D. Carlos IV

La respuesta fue positiva por el entonces obispo D. Victoriano López Gonzalo, trasladándose esta imagen que debió ser de reducido tamaño (aprox 1-1.10 mts) e iniciándose por estas fechas las romerías al campo, pues nuestra agricultura de regadío se circunscribía, prácticamente, a la Huerta Vieja.

Según fuentes de tradición oral, en los olivos mas grandes para dar gracias a S. Roque, se instalaba un pequeño altar provisional el 14 de agosto muy temprano, sobre todo en los tiempos de cólera de mediados del siglo (1854-55), cuando la gente abandonaba prácticamente el pueblo para escapar de la epidemia, trasladándose al campo y el teniente-cura traía el óleo de los enfermos de Ulea.

En este altar se depositaba la pequeña imagen con su trono celebrándose la Santa Misa en presencia de las autoridades civiles y de todos los romeros, se bailaba y cantaba, se compartían las viandas y posteriormente se volvía del pueblo al anochecer, para continuar las fiestas al día siguiente.

Desde 1880 en adelante, debido a la paulatina expansión del regadío, que proporcionaba riqueza por el aumento de la productividad agrícola, las fiestas patronales fueron cada vez más boyantes. Las Autoridades acordaron construir a S. Roque una pequeña cavidad o cueva en piedra y yeso para resguardarlo del sol y de las frecuentes tormentas que en aquellos años se producían.

Este edículo o pequeño edificio se ubicó al final de la loma de D. Daniel Ayala, frente a la finca conocida como "EL Llano".

Hay que destacar las frecuentes visitas que, en la década 1880-1890, realizaba Dña. Isabel Mª Baltasara López de Pizarro a su pueblo y el nuestro, para concelebrar a nuestros Santos Patronos porque era un autentico acontecimiento sociológico.

Conocida en todo el Valle por su probidad, munificencia y amor a Villanueva "la gran Señora", que vivió la pobreza y la emigración, cuando llegaba al pueblo en un ambiente jubiloso, era recibida por todos en la "Cruz de los Caminos". Parece ser que "arrojaba" el dinero a los más pobres (perras chicas, perras gordas y reales) y socorría económicamente a las familias más necesitadas. En 1882, con motivo de la finalización de la fábrica de nuestro egregio templo parroquial, le regaló alhajas y otros ornamentos por valor de 17.182 pts, y a S. Roque especialmente, dos pares de manteles de hilo blanco con encaje, una lámpara de bronce para su altar, y un lienzo pintado al óleo con su imagen.

A finales del S. XIX San Roque se "sacaba" en romería muy temprano, depositándose en un pequeño casoncito el día 13 de agosto y el pueblo se distribuía para honrarlo por los alrededores en una mezcla de celebración litúrgica y lúdica de gran tradición en Villanueva, no obstante, el momento más álgido se producía a la vuelta, cuando había que atravesar la "Rambla del Mayés" pues, por la gran devoción existente, los mozos se "turnaban" para evitar disputas ya que todos querían mojarse en el agua salada con el Santo en brazos, dado su reducido tamaño, ante la creencia de que se curarían las dolencias de artritis o artrosis tan frecuentes entre los agricultores de Villanueva. Así nuestro S. Roquico pasaba de mano en mano, a veces con el agua hasta la cintura, hasta subirlo por la "Cuesta de Alejo" donde esperaban las autoridades civiles y eclesiásticas, amenizado todo ello con nuestra Banda de Música Municipal.

Otro impulso importante para nuestras fiestas estuvo nuevamente relacionado con la expansión de superficie regable, a partir de 1903, por la instalación del motor de Riegos "La Esperanza" que trabajaba con gas pobre y aprovechaba el agua sobrante del final del cauce de la Acequia Ojós - Villanueva, de gran trascendencia histórica, derivada a las huertas por los canales conocidos como "Bajo" y "del Pueblo", principalmente las de la familia Ayala en la Rambla, donde se instaló la familia de D. Alejo y Dña. Juana, matrimonio que originó una verdadera saga de agricultores relacionados con nuestro Santo Patrón. A veces, en las fiestas, se "dejaba" venir el agua por el canal "del Pueblo" a la localidad, creándose numerosos charcos y gran cantidad de barro ante la algarabía de los villanovenses, que se refugiaban con el Santo en casa de D. Alejo allá por 1917-1918, cuando diluviaba y pasaban apuros en "La Cuesta Blanca" se resbalaban al ser el firme de "láguena", bromeando por esto y celebrando amistosamente las Fiestas. Otra casa de refugio ante las inclemencias meteorológicas era la de D. Enrique Alix en "Las Yeseras", paraje originario del Barrio actual de S. Roque.

A partir de 1920, las autoridades acordaron no llevar al Patrón a su "casoncito", sino a la sede de los "Motores de Riegos Ayala", pues ya existía instalación eléctrica y así se hizo, con la aprobación del Párroco D. José Muñoz hasta el fatídico año de 1936.

Tras el infausto periodo de 1936-1939, con la pérdida de tantos seres queridos e imágenes sacras, entre ellas nuestro S. Roquico (1-1,10mts), se reanudaron las celebraciones con mayor ahínco y devoción si cabe que anteriormente, tallándose una nueva imagen, la actual, casi de tamaño natural, demostrando nuestro pueblo un fervor religioso inmenso que se trasladó a otros pueblos del Valle, cuyos vecinos nos visitaban en gran número y por supuesto, los villanovenses en la diáspora.

Se esperaba al Santo Patrón en la "Revuelta del Ajezón" y en "La Cruz de los Caminos", haciendo su entrada triunfal al son de la Banda de Música del Regimiento de Infantería "Sevilla" unas veces, y otras, la Banda del Ejercito del Aire, que no solo colaboran en los actos religiosos sino también en los puramente festivos. En estos dificilísimos años 40, nuestro pueblo supo impulsar de nuevo la secular tradición festiva, manifestándome mi nonagenaria abuela que "eso sí eran novenas de S. Roque", pues estas Bandas de Música, desaparecida la Municipal de Villanueva, actuaban con las voces femeninas en los cánticos religiosos de manera esplendorosa por la extraordinaria acústica de nuestro templo parroquial, especialmente en el "Himno a Nuestro Santo Patrón y Señor S. Roque". Por la penuria de post-guerra, los músicos se alojaban todos los días en casa de los más pudientes y ya, durante los 50, se aumentó el gasto destinado a nuestras fiestas patronales, siendo famosas las ofrendas florales y de alábegas, planta que, hoy todavía, pensamos los villanovenses tiene "especial poder" al haber estado en contacto con S. Roque, y motivo de disputa sana entre nosotros. Ya entre 1967-68, se inician las gestiones para la construcción de la actual Ermita, que como expresaba acertadamente D. Africano "bien se merece S. Roque y el pueblo de Villanueva" ya que era frecuente en años anteriores que la "Rambla" se desbordase e inundase los "Motores" de riego por las tormentas veraniegas, dificultando las celebraciones. Este hecho se producía por varios motivos que no vienen "al caso", pero sería conveniente aclararlos, entre ellos, la diferente meteorología y el sistema colector de aguas que las ramblas mediterráneas suponen, aunque no haya llovido demasiado en el lugar del desbordamiento.

Nuestro Ayuntamiento cedió los terrenos en el paraje de "Las Yeseras", que tanto trabajo y sustento han proporcionado a varias familias. D. Africano inicia una serie de Misas en casi todas las casas del pueblo para recoger fondos y pagar los materiales, con la Virgen de Fátima presente, pues la mano de obra estaba asegurada gracias a la generosidad, solidaridad y devoción de los obreros de Villanueva, inaugurándose la Ermita en la primera Misa el 13 de Agosto de 1968 a falta de colocar el acristalamiento y la rejas.

Otras actividades fueron la organización de "tómbolas", dada la gran afluencia de foráneos durante estas fechas. En 1969 se encontraba prácticamente terminada, preocupándose todas las corporaciones de embellecer, mejorar y acondicionar el entorno y los accesos a nuestro Bº S. Roque.

El conjunto escultórico que hoy procesionamos y veneramos en romería se corresponde con una escena narrativa que resume la vida del Santo Patrón en una sola mirada.

Su imagen, en bulto redondo y de una pieza, es obra del escultor madrileño D. Tomás Parés Pérez, en madera de pino policromada de primera calidad y data de los primeros años 40 cuando era párroco D. Abelardo López Artiz. En estos años, nuestro pueblo padeció fiebres palúdicas o fiebre amarilla debido al ambiente pantanoso originado en las huertas por las crecidas del Segura, que junto con temperaturas elevadas, posibilitan esta enfermedad. Conocemos una restauración posterior (1955), llevada a cabo por los hijos del imaginero Carrillo "el Viejo" originario de Villanueva, que se estableció en Cieza en 1912. En ella se eleva la altura de S. Roque hasta 1´21 m., al igual que su peana, midiendo en su totalidad 1´51 m. Este taller es el autor de la figura del Ángel niño, y nos recuerda que asistió al Santo cuando estaba enfermo ( auxilio divino), confirmando así su santidad incluso cuando vivía, sin embargo, presenta características diferentes, influido por el Barroco tardío murciano.

Iconográficamente, S. Roque se nos presenta de pie, en posición de contraposto y flexionando ligeramente la pierna izquierda mostrando su llaga.

Porta los atributos de peregrino (hábito, vieira, bastón y calabaza, pequeño zurrón) y de Santo (aureola, dorados, policromados, mirada y rostro espirituales...), con el perro, en un marcado estilo de imaginería de post-guerra con influencia clara del arte sacro catalán, pues en Cataluña se venera con mayor intensidad si cabe, que en otras regiones españolas. Esta es su concepción original, pero en 1955 se amplia el conjunto con el Angel niño de clara influencia de Salzillo, claramente visible en el Angel de " La Oración en el Huerto" donde se unen lo popular y lo religioso de forma diminuta y deliciosa.

En este año tan singular y especial para mí como Cronista Oficial de la Villa, aprovecho esta ocasión para agradeceros vuestras muestras de afecto que me habéis expresado, reconociendo mi modesta labor, pues me consta que, al menos, recibís mis comunicaciones en vuestros domicilios.

También deseo agradecer sinceramente la entusiasta y desinteresada colaboración de D. Roque García Gambín, villanovense donde los haya, pues siempre se muestra atento y preocupado por los temas de nuestro pueblo y a todos vosotros, conciudadanos de Villanueva felicitaros de todo corazón en estos días tan entrañables e invocaros, por que no, a entonar todos juntos, como es tradicional, el "Himno de Villanueva a Nuestro Patrón y Señor S. Roque", que dice así:

Pues médico eres divino
Con prodigiosas señales
Líbranos de tantos males
Roque Santo y peregrino.

De veinte años, tu tío
Dando a los pobres tu hacienda
Su cuidado te encomienda
Vasallos y señoríos.

De Roma, por el camino
Peregrino y pobre sales
Líbranos de tantos males
Roque Santo y peregrino.

Olvidado de las gentes,
Sólo en un monte viviste
Y un perro, con pan te asiste
Con que la vida sustentes.

Fue providencia, imagino,
Digna de eternos anales,
Líbranos de tantos males,
Roque Santo y peregrino.

¡VIVA S. ROQUE!

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